(Capítulo 17)

YunHo esperó durante tres horas por Jae Joong en su casa con la cena que le había preparado. Estaba seguro que su esposo le había dicho que saldría temprano pero ya eran las 10 de las noche y no había ni rastros de él.

Su cabeza no pudo ni pensar en alguna razón ‘normal’ para que su esposo se estuviera tardando tanto. En su mente solo se encontraba una pregunta: ¿Y si le había pasado algo? Dejó su cena intacta fue de inmediato a tomar su celular para llamarlo. Aunque fuera la razón más estúpida por la cual no llegara a casa a tiempo quería escucharlo de su propia voz y saber que estaba bien. Se repetía que solo se estaba preocupando por nada, pero necesitaba tranquilizarse y la única manera era escuchar su voz.

El teléfono sonó durante eternos segundos y lo mandó al buzón. Fue ahí cuando se comenzó a desesperar. Insistió de nuevo y todo quedó igual.

Esto no podía estar pasando.

¿En dónde estaba su Jae Joong y por qué no contestaba su celular?

Sin importarle estar en ropa para dormir, despeinado, sin afeitar y que sus fans lo pudieran reconocer por no traer ninguna gorra o lentes que le cubrieran el rostro salió de su departamento para buscar a su esposo.

No había muchos lugares en los que se le ocurriera buscar pero el primero al que acudió fue al hospital en donde inmediatamente identificó el automóvil de Jae Joong.

-¿En dónde estás? – murmuró dando unos pasos por el estacionamiento una vez se bajó de su propio vehículo y nuevamente marcó al celular de Jae Joong, esperando que por fin le respondiera, esperando que le dijera que tenía una cirugía o alguna consulta de última hora y no le podía contestar.

“Pero no puede hacer cirugías” le recordó su mente y volvió a angustiarse.

Todo pensamiento que pudiera idear para tranquilizarse se esfumó cuando escuchó el tono de llamada exclusivo para él en el celular de Jae Joong y vio la pantalla parpadeante del aparato en el suelo debajo del AUDI de su esposo.

Era poco decir que el miedo lo invadió. Ahora estaba completamente preocupado y desesperado.

El dichoso aparato estaba tirado en el suelo con la pantalla rota, por lo que era obvio que se le había caído o lo pudieron tirar intencionalmente. Cuando lo tomó del suelo encontró también las llaves del carro.

-¿Un secuestro? – Aunque esa idea lo aterraba en extremo fue lo único que se le ocurrió.

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Karam. Pocas veces había visto a ese muchacho pero sabía perfectamente quien era.

Después de su boda con YunHo jamás volvió a verlo por lo que ya casi había dado por hecho que se había rendido en separarlos. Ahora se daba cuenta de lo equivocado que estaba.

-¿Por qué me haces esto? – preguntó Jae Joong cuando el chico soltó su rostro y lo dejó caer de nuevo al suelo.

-¿Por qué?, ¿Preguntas por qué? – se rió por un momento –Porque te odio Kim Jae Joong, porque YunHo debería ser mío y no tuyo – le dijo con rencor.

Jae Joong no sabía que contestar, cualquier cosa que respondiera podría acabar con su vida por lo que prefirió quedarse con la boca cerrada, esperando a lo que podría hacerle ese despiadado muchacho.

-No te mataré enseguida, te haré sufrir un poco, si no, no sería divertido esto – sonrió maliciosamente antes de dirigirse nuevamente a la entrada del cuarto en la cual se encontraban dos grandes hombres vestidos completamente de negro y de los cuales el pelirrojo se acababa de dar cuenta de su presencia.

-Tienen prohibido golpearlo o peor aún, matarlo… Fuera de eso pueden hacer lo que quieran con él – les dijo Karam a aquellos dos hombres a la vez que señalaba a Jae Joong – Me avisan cuando terminen –

-Si jefe – respondió uno de ellos y los dos caminaron lentamente hasta Jae Joong quien no pudo ocultar el miedo en su mirada cuando los observó. Sus rostros tenían ligeras sonrisas, y no de aquellas que te indican que te ayudarán a escapar, si no de esas en las que sabes que nada resultará bien.

Cerró sus ojos con fuerza y mordió sus labios para evitar que cualquier palabra obscena saliera de su boca y pudiera hacer enojar a aquellos hombres y lo pudieran lastimar cuando sintió como la mano de uno de ellos acariciaba el interior de su muslo. No podía creer que estuviera pasando por todo esto. Lo único que tenía en mente era a YunHo, a su YunHo, y rezaba porque lo viniera a rescatar pronto al mismo tiempo que las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas sucias por el polvo del suelo de la habitación.

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Changmin llegó lo más rápido que pudo al hospital donde YunHo lo esperaba sentado en la oficina de Siwon, la última persona con la que había hablado Jae Joong. Ambos habían pensado a la primera que la repentina desaparición de Jae Joong se debía a un secuestro y una vez llegó el más alto fueron a la sala donde se encontraban los guardias del hospital para revisar las cámaras de seguridad.

-Necesito reproducir el video de hace una hora en el estacionamiento – dijo Siwon al hombre sentado frente a una de las tantas pantallas.

-Enseguida – tecleó unas cuantas cosas en el teclado y apareció en otra de las pantallas el video solicitado. Ahí pudieron observar con claridad como Jae Joong era dormido con cloroformo por varios hombres y llevado en una camioneta.

-Si lo secuestraron – dijo Changmin sorprendido al ver el video y YunHo no pudo decir nada. Ahora más que nada la preocupación lo consumía y temía por su esposo. ¿Qué le podrían hacer?, no podía perder a su bebé y mucho menos al amor de su vida, no lo soportaría.

-¿Cómo no se dieron cuenta de esto? – regañó Siwon a los guardias que estaban sentados y miraban también sorprendidos a la pantalla.

-A esa hora fue el cambio de turno, no hubo nadie vigilando durante esos minutos – respondió uno de ellos casi en un susurro, temiendo ser despedido.

-Al parecer pensaron en todo – dijo Changmin y reprodujo una vez más el video para analizarlo.

-¿No se pueden ver las placas de la camioneta? – preguntó YunHo cuando vio de nuevo la camioneta alejarse en el monitor.

-Páusalo – ordenó Changmin y fue obedecido rápidamente. Y detuvieron el video en el momento exacto porque al hacer un solo acercamiento lograron ver los números.

-No pensaron en todo – dijo YunHo sintiendo una pequeña luz de esperanza.

Ahora los tres hombres iban a la policía para reportar el auto y localizarlo con el número de las placas, y así con suerte encontrar a Jae Joong sano y salvo y arrestar a sus captores.

YunHo seguía rezando porque todo estuviera bien. Porque no le hicieran daño.

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Sentía mucho frío en su parte inferior. Las lágrimas no se detuvieron en ningún momento y su garganta estaba seca de tanto haber gritado. Aún sentía mucho dolor, esos hombres lo habían prácticamente violado aunque solo hubieran usado consoladores para torturarlo. Agradecía un poco al menos que se hubieran ido a tomar agua, aunque sabía que solo descansaban un poco para volver a lastimarlo de nuevo, pero era un momento para poder descansar él también.

“¿En dónde estás Yunhie?, ¿Por qué aún no vienes por mí?” eran los únicos pensamientos que estaban en su mente en esos momentos. No sabía lo que podía hacer YunHo en este caso, pero por alguna razón él estaba seguro de que sería YunHo y no otra persona quien lo rescataría de todo eso.

Nuevamente esa relativa paz que tuvo se vio interrumpida cuando sintió las manos de aquellos hombres tocarlo otra vez y cerró sus ojos con fuerza, tratando en vano de pensar en cualquier otra cosa que no fuera el tener que abrir su boca para darle sexo oral a esos tipos o sentir la entrada y salida de los juguetes que usaban en su cuerpo.

Un agudo dolor se instaló en su vientre, justo en donde tenía a su bebé y no pudo evitar dar un fuerte grito, mostrando más dolor en este que en todos los que había dado en toda la noche. Los sirvientes de Karam soltaron a Jae Joong de inmediato, asustados de haberle hecho demasiado daño como para que su jefe los castigara.

Y como predijeron sus mentes, Karam entró como león enfurecido por la puerta segundos después de escuchar el grito del doctor.

-¿Qué hicieron? – pregunta más que enojado.

-Nada, de repente comenzó a gritar así – respondió uno de ellos levantando las manos.

-Tal vez solo está actuando – dijo otro y se acercó a él para moverlo, pero esta acción solo causó que el pelirrojo gritara más.

-No lo muevas – ordenó Karam y se acercó a Jae Joong, quien mordía sus labios y cerraba sus ojos con fuerza.

-¡Yah! – le dio una cachetada -¿Qué te pasa? – lo tomó del cabello y levantó su cabeza.

“No digas nada” pensó Jae Joong. Podía torturarlo todo lo que quisiera pero jamás le diría que estaba esperando un hijo de YunHo, eso sería lo peor que podía hacer en este caso porque entonces Karam enfurecería y lo mataría en ese instante.

-¡Jefe! – gritó otro muchacho al tiempo que entraba corriendo a la habitación.

-¿Qué quieres? –

-La policía está afuera –

Y Karam temió por su vida por primera vez en todo ese tiempo.

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Volvió a respirar después de unos segundos, sin haberse dado cuenta del momento exacto en que había dejado de respirar por estar atento a cuando llegaran al lugar donde fue ubicada la camioneta de los secuestradores de Jae Joong. Ahora su mente lo único que pedía era porque no estuviera muerto su esposo.

Entró junto con los oficiales que iban enfrente de él inspeccionando el lugar cuando escucharon los gritos de una persona, que YunHo reconoció de inmediato como Jae Joong.

-¡Por allá! – ordenó el jefe de la policía y siguieron avanzando hacia un cuarto menos iluminado.

Los ojos de YunHo se abrieron de más en sorpresa al reconocer a Karam enfrente de su Jae Joong que estaba en el suelo y medio desnudo. Al verlo así las peores ideas vinieron a su mente y quiso llorar ahí mismo por lo que veía. ¿Cómo podía alguien ser tan malo?, no lo comprendía aún, solo sabía que ese muchacho era capaz de todo.

Se escuchó solo un disparo y segundos después un grito ahogado de parte de Hyun Cheol cuando cayó al suelo.

-Park Hyun Cheol, queda arrestado por secuestro y violación – fue esposado y arrastrado fuera del edificio por dos oficiales. YunHo los siguió con la mirada hasta que vio como lo encerraban en la patrulla, como asegurándose de que no se escaparía y volvería a hacerles 

daño.

Volteó de nuevo y corrió hacia Jae Joong que estaba siendo desatado por los paramédicos y colocado en una camilla.

Su mente estaba en blanco, estaba en un estado de shock en el que solamente su cuerpo actuaba pero su cabeza se encontraba en otro lado. Reaccionó al fin cuando los paramédicos le pidieron los datos de su esposo mientras iban de camino al hospital en la ambulancia.

Hace mucho tiempo había estado en una situación similar y estar de nuevo en una ambulancia, sosteniendo la mano de Jae Joong le traía esos amargos recuerdos de vuelta.

-Joongie… despierta – pidió entre sollozos a un inconsciente Jae Joong, que había perdido el conocimiento por el gran dolor que sentía en su vientre.

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Todo lo que sucedió entre que llegaron al hospital para atender a Jae Joong y la llegada de sus familiares al centro médico era como una laguna mental en la cabeza de Jung YunHo. Había entrado nuevamente en una especie de trance hasta que la mano de su hermana sobre su hombro lo hizo volver a la realidad.

-Hey, ¿Cómo está? – preguntó Jihye abrazando a su hermano, quien se soltó a llorar como un niño pequeño al contacto.

-No lo sé, llevan un rato en la habitación de Jae y no han salido – Justo cuando dijo esto una enfermera salió del cuarto de su esposo y tanto los padres y la hermana de YunHo como la familia de Jae Joong se acercaron a la joven.

-¿Cómo está Jae Joong? – pregunta YunHo por todos los presentes.

-El doctor Kim se encuentra en estado crítico –

-¿Va a morir? – casi se desmaya YunHo al escuchar aquello.

-No… su cuerpo está bien, pero el doctor Choi está tratando de evitar que haya un aborto. El bebé se encuentra en un estado crítico – De todos modos sintió sus piernas fallarle cuando escuchó aquello. No podían perder a su bebé. No de nuevo. Aquello sería una noticia horrible, especialmente para Jae Joong y estaba seguro que su esposo no lo soportaría de nuevo, una cosa como esa afectaría demasiado su matrimonio, peor aún que la primera vez.

-Deben salvar a nuestro bebé – dijo YunHo sintiendo que la voz se le quebraba de nuevo – No podemos perder a nuestro hijo… - tomó las manos de la enfermera que trataba de calmarlo y cayó al suelo de rodillas –… No de nuevo – susurró y soltó a la joven para llevar las manos a su rostro y llorar en silencio.

-Haremos todo lo posible señor Jung, tenga fe –

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Por fin hago mi glorioso (?) comeback en esta historia la verdad es que me había como que ciclado, no lo sé, se me secó el cerebro para este capítulo, espero no les aburra o se les haga feoLes prometo que el siguiente si lo escribiré rápido. Igual pediré un número de comentarios que me guste para subir el siguiente capítulo.

Esta historia significa mucho para mi, tal vez porque fue el primer serial que comencé a escribir y es el más largo de todos que tengo. Quisiera que los compartieran con todos sus amigos o conocidos, para que conozcan la grandeza del yunjae (?) okno, solo para tener mas comentarios y fans (?)

Sigo trabajando con pasar todas las historias a este blog y en hacer nuevas.

Nos vemos en los siguientes capítulos.

L@s quiero

~Always Keep The Faith~