(Capítulo 5)

Ya habían pasado varios días en los que Jae Joong se negaba a comer, o hablar. Comía muy poco de lo que su madre le llevaba y este comportamiento por parte del pelinegro ya tenía preocupados a sus padres.

Para lo único que el muchacho hacia caso a su padre era cuando debía bañarse, pues necesitaba ayuda para entrar y salir de la bañera.

Por la noche Jae Joong estaba acostado, a punto de dormirse, cuando el señor Kim entró a su habitación.

-Te traje la cena-

-No quiero – respondió cortante

-tienes que comer, te vas a enfermar – insistió

-No tengo hambre – pero su cuerpo lo traicionó haciendo rugir sonoramente su estomago.

-Tu estomago me dice lo contrario -. Jae Joong suspiró fastidiado, se giró en su cama y le dio la espalda a su padre

-¿Y si llamo a YunHo? – pregunta como acción desesperada para convencer al muchacho, cosa que funcionó, ya que Jae Joong volteó de nuevo interesado en su respuesta.

-¿Me dejaras irme con el? –

-Jae –

-Por favor – Suplicó el pelinegro, ya sentado, tomando las manos del señor Kim

-Solo si dejas esa actitud que tienes ahorita –

Lo pensó por un momento, pero sabiendo que su padre era una persona que cumplía con su palabra, aceptó el trato.

Dirigió la mirada hacia la cena que le habían traído, tomó la charola y la colocó sobre sus piernas y comenzó a comer. Su padre sonrió y se retiró de la habitación.

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YunHo se encontraba a las 7:00 a.m. ensayando la coreografía con unos muchachos nuevos. Iban a sacar un MV y tenían que practicar demasiado, así que para que no salieran tan tarde, el moreno los citó temprano.

La música estaba a todo volumen cuando el moreno sintió su celular vibrar en su pierna. Lo sacó de su pantalón, sin dejar de bailar, pensando que era un mensaje, pero al notar que era una llamada del celular de Jae Joong, se detuvo y contestó

-Hola – dijo YunHo pero como la música estaba muy fuerte aun, no escuchó una respuesta.

-Pon pausa – le indicó a Hyun Cheol, que ese día se encontraba ayudándole en el ensayo.

-¿Jae Joong? – volvió a hablar

-YunHo-sshi –

-¿Señor Kim? –

-Si – se escucha un suspiro al otro lado de la línea – ven a ver a Jae Joong – le pidió

-Sabe que si voy es para llevarlo conmigo ¿no?- 

-Si, lo se… yo, hablé con mi esposa, y no aceptó muy bien… pero lo hizo –

-¡¿De verdad?! – preguntó el joven alzando su voz emocionado, llamando la atención de los chicos ahí presentes.

-¿Cuándo puedes venir?-

-Ahora mismo – contestó sin poder ocultar su entusiasmo y colgó la llamada

-¿Pasa algo hyung? – Preguntó Hyun Cheol cuando vio que YunHo comenzaba a recoger sus cosas

-Me tengo que ir, sigue ensayándolos Hyun Cheol-ah – le dijo al peli-castaño sin dejarlo siquiera dar una respuesta, porque salió de la sala.

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-mmm… déjenme dormir – dijo entre sueños Jae Joong, alejando con su mano la que lo estaba moviendo

-Boo… levántate ya nos vamos – le susurró YunHo al oído al pelinegro. Este al escuchar su voz abrió los ojos, encontrándose con el rostro del moreno my cerca del suyo

-YunHo – dijo aun sin creer lo que veía

-Buenos días Boo – le dijo y le dio un pequeño y rápido beso en los labios.

YunHo se dirigió al armario de su novio para sacar algo de ropa, mientras el pelinegro se sentaba en su cama con las piernas colgando en la orilla del colchón. Nuevamente se acercó YunHo para cambiar a su novio, tomó el pantalón de su pijama, y levantando un poco al pelinegro, lo fue bajando. Jae Joong, al saberse semi desnudo frente al moreno, se sonrojó, y YunHo lo notó, esbozando una leve sonrisa.

-¿Por qué te da pena? No es la primera vez que te veo así – pregunta YunHo queriendo reírse.

-No lo se… solo… ¡No te rías! – respondió Jae Joong dándole un leve golpe en la cabeza

-Anda, termina de cambiarte – dijo el menor una vez terminó de ponerle el pantalón y le dio una camiseta y un suéter.

Cuando Jae Joong terminó de cambiarse, subió a la silla casi sin ayuda de YunHo. El moreno tomó unas cosas en la mochila de su novio y la echó en su hombro, abrió la puerta del cuarto y regresó por Jae Joong para llevarlo hacia afuera. Donde se encontraban ya los padres del pelinegro.

Al llegar a la entrada de la casa, la señora Kim dijo mirando a YunHo

-Cuida mucho de nuestro Jae Joong- el mencionado rodó los ojos, sintiéndose un niño pequeño

-Cualquier cosa pueden llamarnos – le secundó el padre de Jae Joong a lo que YunHo solo asintió. Hizo una leve reverencia y después de que la puerta de la residencia Kim fuera abierta, ambos chicos salieron de la casa.

Una vez en el auto el moreno habló

-¿Tienes hambre? –

-¡¿Por qué todo mundo quiere que coma?! Aish – explotó Jae Joong. YunHo lo miró entre asustado y divertido, siempre le habia gustado aquella forma en que el reaccionaba

-Me dijeron que no habías estado comiendo bien, y además, es temprano, no has almorzado. La primera comida siempre es la mas importante – Jae Joong volteó hacia la ventana, sin saber que decir ante esa respuesta. – Te invito a desayunar… te gustan mucho los hot cakes de aquí – YunHo estacionó el auto en un restaurante al que 

acostumbraban ir cada fin de semana, especialmente los domingos

YunHo salió del auto, rodeó hasta llegar al otro lado, y de la parte trasera sacó la silla de ruedas del pelinegro, cuando la tuvo lista, abrió la puerta del asiento del copiloto y dejó que Jae Joong se acomodara en su silla. Hecho esto entraron al restaurante. Siendo Jae Joong empujado por YunHo.

Una de las meseras que vio entrar a la pareja, reconoció de inmediato a YunHo, y sabiendo que sus compañeras al verlo, querrían atenderlo, no les dijo nada, para así poder ella hacerse cargo de el.

-Bienvenidos, siéntense en donde gusten – dijo la muchacha sonriente. Ambos asintieron y el moreno llevó a Jae Joong hacia una de las mesas cerca de la ventana, ya que al pelinegro le gustaba ver hacia afuera. Especialmente porque enfrente del restaurante habia una tienda de ropa a la que el joven de tez pálida le fascinaba ir.

-¿Desean algo de tomar? ¿o pedirán junto con sus platillos? – pregunta la joven sosteniendo una libreta y una pluma en sus manos, después de haberles entregado el menú.

-Quiero un jugo de naranja y unos hot cakes – dijo Jae Joong primero, el siempre pedía lo mismo cuando iban a almorzar ahí

-Lo mismo para mi – dijo YunHo dirigiéndole una pequeña sonrisa a la mesera, que acababa de anotar todo, y se sonrojó emocionada al recibir aquel gesto por parte de su ídolo.

-Enseguida les traigo sus órdenes – y dicho esto se retiró.

-Creo que es tu fan- Jae Joong le dijo cuando la mesera se fue. El pelinegro ya conocía casi a la perfección a las fans de su novio, sabia como se comportaban y sabia que unas le tenían mucho respeto, y no actuarían impulsivamente, gritando a todo el mundo que se habían encontrado con el. Justo como aquella joven, que mantuvo la calma para poder hacer su trabajo, y para no llamar la atención de las demás personas.

Platicaron un rato, hasta que sus platillos fueron llevados a la mesa. Comenzaron a comer en silencio, excepto cuando YunHo le hacia platica a su novio. Estaban por terminar de comer, cuando vieron a través de la ventana, como unas chicas de empezaban a parar enfrente de ellos, notando como decían cosas entre ellas, pero sin poder escucharlas porque el vidrio se interponía.

Primero eran tres, y después cinco, y a los pocos minutos ya eran aproximadamente veinte. Algunas trataban de acercarse al ventanal para poder contemplar al cantante.

-¿Deberíamos irnos? – pregunta Jae Joong, metiendo otro pedazo de hot cake en su boca

-Termina de comer en paz, no creo que nos molesten. Si quisieran ya hubieran entrado – respondió YunHo para calmarlo

-A la próxima no nos sentaremos en la ventana –

-Pero a ti te gusta mucho esa tienda de ropa ¿no? – le pregunta el moreno.

-Puedo ver el catalogo por internet, en estos tiempos, todo se puede hacer en la computadora – terminando un bocado mas y dando unos tragos a su jugo

-Esta bien – dijo YunHo, para después terminar con su comida, al igual que Jae Joong.

-¿Te gustó? – pregunta el menor, estirando su brazo por sobre la mesa, para tomar la mano de Jae Joong con la suya y entrelazar sus dedos. Con esta acción Jae Joong solo asintió un poco sonrojado, con pena porque sabía que todas las admiradoras de su pareja los estaban viendo. Volteó un poco hacia la ventana, observando como todas ellas gritaban, al parecer de la emoción, por ver a su “oppa” feliz con la persona amada.

YunHo hizo unas señas para que les trajeran la cuenta, y una vez les fueron recogidos sus platos, y pagaron lo que era debido, el moreno se levantó, yendo hacia el lado de la mesa donde estaba Jae Joong, y tomó su silla de ruedas para llevarlo fuera del establecimiento. Pero antes de que pudieran irse, la chica que los habia atendido, sacó otro cuaderno, y extendiéndolo frente a U-Know junto con una pluma, le dijo

-¿YunHo-oppa podrías darme tú autógrafo?, soy una gran admiradora tuya –

-Te lo dije – expresó Jae Joong sonriendo, haciendo que la chica se apenara más de lo que ya se encontraba. El cantante con una sonrisa, le preguntó su nombre y firmó en la libreta. Tomó su mano y le dio un casto beso y le dio las gracias por el buen servicio que les brindó aquel día. Terminado aquello, salió del restaurante junto con Jae Joong.

Afuera del lugar, las demás fans ya se habían reunido justo afuera de la puerta, recibiendo a los dos jóvenes cuando iban saliendo. Jae Joong se asustó un poco al ver a tanta gente, el no era una persona que le gustara estar siendo observado por tantas personas, por lo que agachó la cabeza esperando que YunHo lo llevara rápido a su auto y salieran de ahí.

-¡Oppa! – Llamó una de las chicas que ahí se encontraban. Ella se habia hecho resaltar de entre las demás, llevando una sudadera roja con el lema y el nombre de su club de fans, alzando la voz, y dando un paso al frente, quedando mas cerca del pelinegro.

-Por favor… - fue interrumpido U-Know por la chica que habia gritado

-YunHo-oppa, a nombre de tu club de fans de la ciudad, te pedimos perdón por lo que sucedió en tu concierto… ninguna de nosotras hubiera hecho algo como eso, estamos seguras que debió ser un anti fan, y como disculpa, aunque sabemos que no reparará el daño hecho, queremos darles esto, a ti, y a tu novio – dijo extendiendo una pequeña caja color rojo, que tenia alrededor un moño azul brillante, hacia Jae Joong.

El señalado la tomó en sus manos, y asintió ligeramente como muestra de agradecimiento.

-Ustedes dos hacen una muy linda pareja oppa, Jae Joong-sshi es un muchacho muy apuesto – habló otra de las jóvenes que ahí se encontraban.

-Muchas gracias chicas – les dijo YunHo con el mayor agradecimiento que les daría a sus fans. –En serio, gracias… las quiero – hizo un pequeño corazón con sus manos y les sonrió abiertamente.

Aquellas muchachas abrieron el círculo que habían formado alrededor de ellos, dejándolos pasar, para que pudieran irse.

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Al llegar al departamento de YunHo, grande fue la sorpresa de Jae Joong, al notar que el lugar habia sido remodelado. Aunque veía los mismos muebles que antes, el lugar se veía mas limpio y espacioso a como lo recordaba el pelinegro. Bien podía el andar solo con su silla de ruedas por toda la casa, sin que le estorbaran las cosas.

-Remodelaste – fue lo único que dijo el mayor cuando cruzaron toda la sala, dirigiéndose a la habitación que ambos compartían en aquella casa.

-Quería que te pudieras mover con libertad tu solo – sonrisa por parte del moreno – se que no te gusta sentirse dependiente de las personas – terminó de decir cuando llegaron a la cama. Misma en la cual Jae Joong subió, sin ayuda alguna, y se sentó con sus pies tocando el suelo. YunHo se llevo la silla a un lugar de la habitación en donde no les molestara y se sentó junto a Jae Joong.

Sabiendo exactamente lo que seguía, como si pudieran leer sus mentes, se tomaron de las manos, porque era algo que realmente les encantaba, y se besaron. Fueron simples besos al principio pero después se fueron convirtiendo en unos más largos y apasionados. YunHo pidió con su lengua acceso a la boca del mayor, para degustar aquella cavidad más deliciosa que cualquier manjar que existiera en la Tierra. Jae Joong abrió sus labios un poco para dejar el paso libre al moreno y así ambos comenzaron aquella guerra de besos en la que, aunque no quisiera ceder el mayor, YunHo siempre terminaba ganando.

El menor fue recostando a Jae Joong en el suave colchón, sin dejar de besar sus labios. Fue descendiendo con sus besos por su barbilla, hasta su blanco cuello, entreteniéndose ahí por unos segundos, mismos que Jae Joong disfrutó emitiendo pequeños y casi inaudibles gemidos placenteros. Volvió nuevamente a sus labios, ya que eran adictos a ellos. El pelinegro se separó de YunHo, tomándolo por los hombros y levantándolo un poco, respirando algo agitado, como si no hubiera respirado en mucho tiempo.

YunHo miró hacia abajo, no comprendiendo del todo porque Jae Joong lo alejaba así, pero entonces vio que sus piernas aun estaban colgando al borde de la cama, habia olvidado en ese momento que el chico de piel más blanca no se podía mover. Así que el mismo tomó las piernas del mayor y las subió a la cama, abriéndolas para amoldarse a la perfección entre ellas, y así poder besar más cómodamente al pelinegro.

Jae Joong pasó sus brazos por el cuello del moreno, revolviendo su cabello con sus manos, y atrayéndolo mas cerca de el para nuevamente probar sus labios. Estuvieron así por unos minutos, hasta que YunHo comenzó a besar nuevamente el cuello del pelinegro, mientras una de sus manos frías se adentraba en la camiseta y suéter de Jae Joong, haciendo estremecer a este ultimo.

Con ayuda del mayor, YunHo fue sacando la ropa superior de Jae Joong, para poder proporcionarle placer como se debía. Pero el pelinegro no quiso quedarse atrás, así que también le quitó a YunHo la camiseta que llevaba. Pasó sus suaves manos por el torso de su novio, ese que tanto le encantaba por estar tan bien trabajado, por todo el ejercicio que realizaba cuando ensayaba sus coreografías nuevas, algunas de las cuales, le bailaba solo a el en ocasiones especiales.

U-Know besó cada centímetro de piel del pecho de su amante, lamiendo y mordiendo aquellas protuberancias rosadas, que se erguían al simple contacto de sus labios. Bajó por su abdomen, trazando un camino de besos, hasta llegar a su pantalón, el cual desabrochó con rapidez, deslizándolo por las piernas insensibles del mayor, hasta sacarlo por completo, dejando al descubierto mas de aquella piel completamente blanca que poseía aquel ángel. Se quitó también el su pantalón para quedar igual que su novio, y continuó con su trabajo.

Subió de nuevo al rostro de Jae Joong para besarlo, al mismo tiempo que una de sus manos acariciaba uno de los costados del mayor y la otra de encargaba de masajear su miembro que ya se encontraba despierto. Los gemidos, ahora más audibles del pelinegro, quedaron ahogados en la boca del moreno, que muy apenas y lo dejaba respirar.

Siendo suficiente tortura para su Boo, retiró la ropa interior de este, junto con la suya y pasó su lengua por toda la extensión del mayor, para darle paso a su boca. Jae Joong gimió fuerte, apretando con fuertemente en sus puños las sabanas de la cama que ya estaba toda desordenada por las actividades de esos dos jóvenes enamorados que se dejaban llevar por sus hormonas. Mientras realizaba su parte de darle placer al mayor, YunHo miraba constantemente hacia arriba para no perderse ni una sola de las expresiones faciales de su novio, adoraba ver como se retorcía de placer, y más por saberse el causante de dicho placer.

-No… quiero… ter… terminar aun – dijo el mayor entrecortadamente mientras apartaba a YunHo de su miembro.

El moreno se acercó a Jae Joong y le plantó un beso en los labios, para después sacar de su mesita de noche, un condón y la botella de lubricante.

Levantó las piernas de Jae Joong a la altura de sus hombros, aprovechando que el pelinegro aun no perdía la flexibilidad, para así tener un mejor acceso a su entrada. Esparció un poco de lubricante en sus dedos y los acercó a aquel pasaje rosado de su novio.

Introdujo uno a uno los tres de sus dedos, dilatando poco a poco y con cuidado de no lastimar, aquel estrecho pasaje. Guiándose de los gemidos que emitía el pelinegro, era como YunHo se daba cuenta cuando debía de continuar o cuando detenerse por unos momentos.

Cuando sintió a su pareja lista, colocó el condón en su mas que despierto miembro y se colocó listo para entrar en el. No era la primera vez que hacían el amor, pero YunHo siempre miraba a Jae Joong para recibir aquella mirada que le indicara al menor que podía continuar.

Entró con cuidado, lentamente, como siempre lo hacia. Al estar completamente dentro, se quedó quieto, por mas difícil que fuera, esperando a que su Boo se acostumbrara a la intromisión.

Los brazos de Jae Joong alrededor de su cuello, atrayéndolo hacia el para besarlo, le indicaron que ya podía moverse, y así fue como comenzaron las embestidas. Lentas al principio, y que fueron tomando velocidad y mas fuerza con el paso de los minutos. Gimiendo ambos amantes, por el placer que se proporcionaban el uno al otro, perdiéndose en aquel mar de sensaciones.  

Sintiendo como el orgasmo estaba por llegar, YunHo dio varias embestidas aun mas fuerte y rápido, mientras que Jae Joong ya no aguantó y se corrió entre los estómagos de ambos, gritando algo mas alto, no importándole si los vecinos de YunHo los llegaban a escuchar.

Aquel esperado momento llegó y YunHo también se corrió, dejando caer su cuerpo sobre el del pelinegro, siendo recibido por sus brazos. Salió de el con cuidado, después de haber recuperado el aliento, tiró el condón en el bote de basura que tenían al lado de la cama, y se recostó a su lado, atrayendo a Jae Joong consigo, para que usara su pecho como almohada.

Jae Joong se acomodó como pudo con ayuda de YunHo y se quedó dormido minutos después escuchando los latidos de su amado.