Prólogo

Como siempre supo, no debió haber confiado en nadie mas que en si mismo, porque al final, todos te traicionan, especialmente a él.

Lo tenía todo y lo perdió. Por haber desafiado al cielo y hacer lo que él quería y no lo que se le había ordenado. Fue expulsado a la tierra como una criatura mortal por su error, sin el derecho de volver, pero no quiso irse solo.

Porque el error que había cometido no fue solamente su culpa, también hubo quienes le ayudaron y Karam quiso arrastrarlos al infierno que era la tierra junto con él, pero no lo logró. Todos testificaron en su contra, diciendo que no tenían nada que ver. Inclusive aquel ángel al que tanto había amado cuando vivía en la gloria celestial, Mika, incluso él lo había traicionado de esa manera. Y ahora debía volver al cielo, para tomar venganza contra todos aquellos que le dieron la espalda en ese momento, y sobre todo contra Dios, quien lo expulsó desde el principio.

Karam, o como era llamado en la tierra, Park Hyun Cheol, sonrió al ver por su esfera de cristal su pase al cielo.

El hijo de Mika, Kim Jae Joong, quien había nacido en la tierra porque su madre era humana. El chico tenía el alma y la sangre más pura de todos los humanos. Su nombre estaba escrito desde su nacimiento en la lista a las puertas del cielo, y si lo mataba, podría tomar su alma y pasar con ella confundiéndolos a todos, y después tomar venganza.

Si lo veía de aquella manera, no sonaba algo muy difícil. Era una tarea muy sencilla matar a un jovencito y tomar su alma, cuantas veces no había hecho eso ya con otras personas para poder sobrevivir, para poder mantener su juventud.